Esta noche, el rato que dormía, sonaba todo el rato esta canción. De banda sonora. Yo soñaba. Sabía que era un sueño, joder. Y me preguntaba que de dónde carajo salía esa música y que por qué José Domingo. Era metalirismo. Quería cambiar la banda sonora pero me era imposible hacer nada más que seguir soñando moviendo la cadera, cimbreante, al ritmo de la música, mientras los objetos cambiaban de forma y lugar entre mis manos. En mi cabeza.
Y desperté y no se oía nada. Todo era silencio. La mañana era silencio. La mañana.
Mañana ya no.